Garbo, el espía o Garbo, el hombre que salvó al mundo es un documental que cuenta la historia de Juan Pujol García, un espía español que fue, sorprendentemente, una de las claves del éxito del desembarco de Normandía.
Garbo es un documental, sí, pero también es una película de intriga, de espionaje. Y esto tiene un significado no sólo de fondo, sino también de forma. La película está construida parcialmente como tal, como obra de ficción aunque no lo sea. Éste es uno de sus grandes logros. Claro que no tenemos imágenes de archivo o vídeos de las actividades de los espías (sería bastante absurdo teniendo su profesión). Pero tenemos otra cosa casi mejor, las películas. Y aquí es donde la película se mete no sólo en una historia fascinante de por sí, sino también en todo un ejercicio de cinefilia. Las escenas que nos describen los entrevistados se ven enriquecidas por escenas de películas en las que suceden cosas similares. Y así la trama se va tejiendo. He de decir que durante los primeros minutos temí que la película fuera simplemente eso, unas entrevistas a 2 o e personas salpicadas de imágenes de archivo. Pero a medida que la historia crece, como en la mejor ficción, vamos conociendo nuevos personajes y se van añadiendo nuevos entrevistados. Este estilo, tan apropiado para lo que se nos cuenta, hace que la obra crezca por encima del simple relato, que de por sí habría sido interesante dada la fascinación que produce esta historia.
Y es que no se puede hablar de la película sin nombrar la historia que cuenta. Así que estáis avisados, aunque esté hablando de un documental, lo que viene a continuación puede considerarse spoiler.
Juan Pujol García empezó como espía doble en la segunda guerra mundial a modo podríamos decir freelance. Contactó con los alemanes y les aseguró que estaba en Londres, cuando en realidad residía en Lisboa, y les hizo creer que podía proporcionarles información sobre los movimientos de los aliados. A continuación consiguió convencer a los ingleses de que en efecto podía filtrar información falsa a los alemanes, después de que el servicio de inteligencia británico le hubiera rechazado cuatro veces. Éstos le mandaron a Londres de verdad y allí se dedicó a filtrar información incierta o tardía sobre los planes aliados, información que supuestamente obtenía de sus más de veinte informadores, todos ellos inventados por Juan Pujol incluso antes de empezar a trabajar para los ingleses. La cumbre del trabajo de Juan Pujol, alias “Garbo”, fue el convencer al alto mando alemán (junto con muchas otras pistas enviadas por los británicos, como el famoso papel del general Patton) de que el desembarco principal de los aliados se haría en Pas de Calais y que el de Normandía era sólo una distracción. Tanto consiguió engañarlos que incluso después de acabada la guerra, los alemanes aun no sabían que Juan trabajaba en realidad para los aliados.
A continuación la película juega con nosotros en un gran giro final al estilo del cine que emula. Un cartel nos dice que Juan murió en Angola en 1948. Pero a continuación empezamos a ver que esto no es del todo cierto. En realidad Juan Pujol fingió su propia muerte, y los investigadores le descubrieron en Venezuela en 1983, vivo y coleando. Finalmente moriría en Caracas en 1988.
Así pues estamos ante una gran historia muy bien contada. Lo de que sea un documental es secundario.
1 comentario:
Muy curioso que uno de los entrevistados, no recuerdo ahora su nombre, y que había investigado de forma extensa sobre la vida del espía no supiera pronunciar correctamente el apellido de Garbo y marcara una otra vez la J (ahí, con acentazo español)
Yo no sabía hasta que punto había llegado la farsa del Pas de Calais y me llamó mucho la atención conocer que el Reino Unido incluso mandó tanques de mentira y tiró desde aviones grandes cantidades de comida, despistando así a los alemanes y haciéndoles creer que realmente se iban a reunir allí los soldados.
Bastante interesante la película.
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