lunes, 21 de diciembre de 2009

Avatar



El viernes se estrenó por fin la que será con toda probabilidad la gran película del año, al menos en cuanto a taquilla (la estimación de su recaudación en su primer fin de semana es de 230 millones de dólares en todo el mundo), Avatar, el gigantesco proyecto de James Cameron. Hace unos días me preguntaba si habría podido lograr Cameron un nuevo universo de fantasía/ciencia ficción en el que sumergirnos completamente. Y la respuesta no puede ser otra que un rotundo sí. Avatar es un espectáculo con todas las letras. La historia y la acción son épicas hasta cotas absurdas sin caer nunca en el ridículo. Como prometió James Cameron, con la ayuda de Weta (y su inefable Richard Taylor) y otros estudios de efectos especiales como el del difunto Stan Winston, se ha dado el siguiente paso en lo que a efectos digitales se refiere. En esta película los actores digitales tienen más tiempo en pantalla que los reales y, no obstante, uno nunca tiene la sensación de estar viendo una película de animación, todo es completamente real. De hecho en la mayoría de los casos los actores digitales actúan mejor que los reales. Lo cual tiene mucho sentido, sabiendo que al fin y al cabo se han logrado mediante “motion capture” y luego se han mejorado en el ordenador. Robert Zemeckis se empeña en seguir haciendo una película tras otra usando esta técnica, pero donde Zemeckis falla miserablemente Cameron ha triunfado.

James Cameron no es un renovador del cine. No es lo que se considera un autor. Sin duda no estará en las enciclopedias de cine más sesudas al lado de Murnau, Bergman o David Lynch. Pero es algo que para mí no está exento de méritos, un gran contador de historias. Aquí el argumento es bien conocido, es el archiconocido “viaje del héroe” que tan a fuego nos grabó George Lucas a raíz del libro de Joseph Campbell The hero with a thousand faces. El protagonista es Jake Sully, marine parapléjico que toma el relevo de su difunto hermano para transferir su consciencia a un avatar, un híbrido con el aspecto de los habitantes del planeta Pandora, los Na’vi. Dentro de su avatar la misión de Sully es proporcionar información al ejército para eliminar la molestia que suponen dichos indígenas en la explotación del Inobtanio (¿inobtanio? ¿y cómo se llama el malo, doctor Maligno?), recurso minero más valioso del universo, que sólo se obtiene en este planeta (al estilo de la especia melange en Dune, y no será ésta la única influencia de la saga de Frank Herbert). Por supuesto cuando Sully aprenda la cultura de los Na’vi cambiará de bando y se convertirá en su defensor. Por momentos la película se antoja no sólo predecible, sino incluso demasiado predecible. Pero nada de eso importa, porque una vez que hemos entrado en Pandora, por algún motivo difícil de captar, nos sentimos unidos a los personajes, nos importa lo que les suceda y nos creemos ese mundo tan extraño y tan fascinante. Lo curioso es que Cameron no empieza con buen pie. El principio de la historia está contado torpemente, con una voz en off pobremente justificada y a trompicones. Aquí empecé a preocuparme. Sin embargo luego entramos en Pandora y Cameron se tomará su tiempo para contarnos el aprendizaje de Sully. Y para entonces estaremos enganchados y nos tragaremos la historia hasta el final.

Las intenciones ecologistas de la historia son evidentes. Pero también hay un ligero subtexto político inevitable y, en alguna ocasión, a Cameron se le ve el plumero más de lo debido. No me gusta la idea de que todas las críticas de los grandes estrenos americanos de la última década tengan que relacionar de algún modo la película con el 11-S, pero en este caso la analogía me pareció demasiado evidente como para ser involuntaria. En cierta escena la destrucción de un árbol gigantesco, símbolo fundamental de la cultura Na’vi nos remite a las imágenes de la caída del WTC. Lo peculiar es que aquí los destructores son los militares americanos. Igualmente en una escena posterior vemos al principal villano de la película anunciar que efectuarán un “ataque preventivo” y que contrarrestarán el “terror con el terror”. Si bien en la primera escena descrita el cambio de rol parece una metáfora más o menos velada pero interesante, en esta otra la referencia es tan sumamente obvia que nos saca por un momento de la fantasía. No sé porqué me da en la nariz que Cameron no votó a George Bush.

A pesar de los problemas que la historia tiene y que ya he nombrado el principal motivo por el que me gusta la película no es la espectacularidad visual (que también) sino la parte mitológica. Ahí estaba mi esperanza en esta película, la clave que, en mi opinión, la haría funcionar o fracasar. El trasfondo mitológico, centrado sobre todo en la peculiar ecología de Pandora, es brillante y muy original, que es una palabra que no suele usarse mucho para este tipo de historia. Básicamente Cameron ha creado para este universo un Dios y una espiritualidad reales, cuya existencia es demostrable científicamente. Se trata quizá de reconciliar fe y ciencia, pero lo ha hecho creando una fe que es ciencia. Y es que aquí, por una vez en este tipo de fantasía, los científicos (representados por el personaje de Sigourney Weaver) están del lado de los buenos. La ciencia no es un mal aliado con la tecnología para acabar con la naturaleza, sino que es un medio para entender esa naturaleza y crear una convivencia pacífica. En Pandora todos los seres vivos pueden conectarse entre sí mediante redes de información, lo que hace la unión del hombre (o en este caso el Na´vi) y la naturaleza algo literal. Esto hace que un final que podría resultar teológico y en exceso dysneiano se vea plenamente justificado.

Por último recomendaros que lo ideal es disfrutar de la película en 3D. El efecto es de verdad espectacular y mejor que otros intentos de los últimos tiempos. La primera escena de acción se hace muy confusa, pero luego los ojos se acostumbran y la enorme batalla final, que en manos de otros directores de acción (léase Michael Bay) ya en 2D habría resultado indescifrable, aquí es nítida y siempre sabes donde estás.

James Cameron no habrá reinventado el cine, pero sí nos ha dado un nuevo mundo de fantasía clásica donde jugar y disfrutar como enanos durante casi tres horas (al menos hasta que lleguen las secuelas).

5 comentarios:

Holly dijo...

Mira que hacía que no leía el blog, se me han acumulado hasta 6 entradas. ups :-(

De todas formas he de decir que me encantó Avatar. Con gafas 3D y todo tuve los ojos como platos durante toda la película. Me quedé incluso sorprendida un instante en el que fui consciente de que estaba viéndolo en 3D y estaba tan cómoda y me había acostumbrado tan bien a la imagen...

La mitología de los nativos es genial, los efectos visuales impresionantes...
Mi momento favorito es el del comienzo de la batalla cuando los jinetes en los caballos se dirigen directos hacia las máquinas...cuando parece que se enfrentan a su destrucción más absoluta. Los peores momentos, al principio de la película con militares sobreactuados y guiones torpemente redactados.

De todas formas, totalmente recomendable.

Sentinel dijo...

Buenas Rotwang y seguidores, a mí me gusto la película, visualmente impecable, pero me temo que cuando la veamos en la televisión tengo mis dudas de si me seguirá convenciendo. Así como Aliens con un guión igual o más simple me sigue haciendo disfrutar temo que esta se me hará muy larga. Como decís ha creado una mitología, una cultura y nos la ha mostrado, pero el inicio tambien me paso como a vosotros, tal vez tanta voz en off. Y el final (no, no me refiero a la canción final, esa merece otro punto por si solo) me refiero al final de la batalla donde los cliches llegan a plantearte porque no gasto algún mes mas y algún dolar más en revisar un guión que parece el manual de recursos para realizar una película de acción. Me temo que con el tiempo solo recordaremos que en los cines se disfrutó a lo grande y la tendremos un poco olvidada, salvo que continuén contandonos la mitología de Pandora y sea nuestro primer capítulo de un gran universo.
La recomendaría para ir a ver en 3d, luego cuando este en dvd, blue ray o el formato que nos quieran imponer no estaría tan seguro, el tiempo dirá.

Rotwang, der Erfinder dijo...

Lo de la canción del final a lo Titanic pero (incluso) peor, es terrible. Lo de verlo en casa pues sí, seguro que pierde bastante, aun así ya me estoy planteando seriamente comprármela en dvd. En fin, ¿qué quieres? yo soy ese tío al que le gustan las nuevas de Star Wars...
-Pero ¿y Jar Jar?¿los midiclorianos?¿los actores que hacen de Anakin?¿las..
-...lalalala, no te escucho, lalalalalala....

Sentinel dijo...

Te perdono ya que incluso con ese comentario tienes un límite y con Indy no tragaste. Pero la trilogía de Jar Jar no le anda lejos.

Sedio dijo...

De acuerdo con Sergio en su opinion, todo esta visto hasta la saciedad, se me cansa la vista de ver tanto bicho suelto hecho por ordenador... el director queria sorprendernos y que no supiésemos que es real y que no lo es.. pero lo cierto es que esta bastante claro, se ve de lejos... El guion bastante pobre, creo que en 15 años se espera algo mas y no cliches sacados de un puñado de peliculas... Visualmente muy bonita y artística eso si.. y en cuanto a la BSO tengo q decir y cabe apuntar que el compositor J.Horner (creo que era) saca partes de su anterior trabajo Troya para meterlas en ciertas escenas de la batalla...(que queda bien pero no deja de ser copy-paste). La verdad es que no me ha sorprendido en ningun momento, no hay casi ningun giro de guión y los personajes bastante planos (el Coronel con frases como -Atacad chicos!! Adelante muchachos!!- creo que es lo que repite una y otra vez a lo largo de la pelicula).
Para la mayoria de la gente que vea un poco-bastante cine todo le resultara conocido, para todos los demas un espectaculo agradable de ver....
Y quieren hacer una trilogia...que Dios nos asista...¿de verdad hace falta?

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