Soy consciente de que es un poco tarde para esta crítica (la película lleva ya 2 semanas en cartelera) pero a la vista de los más 11 millones de euros recaudados ya y viendo la gran división de opiniones que ha generado parece claro que es la película del momento y aun es oportuno hablar de ella.
Me parece justo indicar primero mi posición previa a la película. La verdad es que, por muchos detractores que tenga (como siempre en este país, la proporción de detractores crece en relación directa al éxito de la persona) a mí siempre me ha gustado Amenábar. Quizá porque, como la mayoría de los jóvenes de este país, me he criado con el cine americano de género y en mi opinión está claro que éste es el cine que más ha influenciado a Amenábar; sólo hay que ver las referencias más o menos claras a Hitchcock o a Spielberg en sus películas y en sus entrevistas. Sus cuatro películas anteriores me habían convencido en mayor o menor medida. Cuando apareció Tesis fue como abrir las puertas a un modelo de cine que en España estaba bastante marginado y a día de hoy parece que empieza a salir adelante muy poco a poco.
Así pues fui a ver Ágora esperando disfrutarla. Quería disfrutarla. Y a decir verdad cuando salí del cine no estaba disgustado con la película, mi opinión era “está bien, pero…” Sin embargo a medida que pasan los días los peros van aumentando y me cuesta más ver la parte buena. En principio la historia es interesante y es algo que aun no nos habían contado en el cine. Se trata de la historia de la filósofa Hipatia y los últimos días de la biblioteca de Alejandría. De hecho cuando vemos la película la historia sigue pareciendo interesante y, sin embargo, no emociona. Y esto se debe a que está contada de una manera muy distante, fría, sin que realmente nos identifiquemos con ninguno de los personajes. Parece que en su lucha por mantener un punto de vista aparentemente neutral (que no lo es realmente) la película se aleja de cualquier subjetividad, colocándonos siempre en planos cenitales o insertando múltiples planos de la Tierra desde el espacio. Esto último, que podría parecer que no tiene sentido, creo que se hace con la intención de poner en perspectiva lo que estamos viendo, de situarlo en un contexto más amplio en el que pierde su sentido. Una vez más nos alejamos de la historia y perdemos contacto con el elemento humano. La idea no parecería mala, sería de hecho un interesante contrapunto, si tuviéramos unos buenos personajes. Pero no es así. Hipatia, interpretado por la estupenda Rachel Weisz es el único personaje que se salva, pero como resulta ser una persona fría no es suficiente. De hecho se puede llegar a plantear que la frialdad de la película es una forma de meternos en el punto de vista de ella, pero aunque fuera así no me parece excusa suficiente. La clave emocional de la película está evidentemente en el personaje del esclavo Davos. Él es el único que tiene un verdadero arco y cambia a lo largo del metraje. Pero el personaje está tan mal escrito que no nos creemos ninguna de sus acciones, especialmente la secuencia clave de la entrada de los cristianos en la biblioteca. Sin este anclaje emocional sobre el que realmente se sustenta la parte dramática de la trama, la película entera queda muy coja. Queda funcional solamente el trasfondo histórico y la intriga científica a la que se enfrenta Hipatia. La parte científica tiene interés para comprender un poco cómo se resolvían los misterios de la astronomía con los escasos medios de la época.
Lo más positivo es que la historia por sí misma es suficientemente interesante como para que la gente se interese por este período de historia tan poco conocido y lea un poco sobre el tema, aunque sólo sea en la wikipedia.
En definitiva me parece la película más floja del director, demostrando una vez más que más medios no significan mejor película. Parece que Amenábar se ha perdido un poco en el volumen de la historia y se ha olvidado de que la base de cualquier relato son los personajes.
No obstante alabo su valentía (y la de los productores) a la hora de afrontar una película de estas dimensiones sabiendo a ciencia cierta que no le basta con la recaudación en España por mucho éxito que tenga, sino que necesita triunfar en el resto de Europa y en Estados Unidos para poder recuperar los 50 millones de euros del presupuesto. Ya veremos como les sale la apuesta.
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