El pasado viernes y con una semana de antelación con respecto a Estados Unidos se estrenó en España Iron Man 2. La película continúa básicamente donde acabó la anterior, con Tony Stark declarando ante el mundo que él es Iron Man. El gobierno americano no tarda en tomar cartas en el asunto y pretende que Stark entregue sus armaduras al ejército. Por otro lado Ivan Vanko, el hijo de un antiguo compañero del padre de Stark clama venganza por las supuestas injusticias sufridas por su padre. Como veis el argumento no va a destacar por su originalidad, el guión es el típico que uno puede esperar de una película de superhéroes. Y, no obstante, la película funciona bastante bien, al igual que su antecesora.
Para empezar la acción es suficientemente trepidante y divertida. Por supuesto siendo una segunda parte las escenas de acción son más grandes que las de la primera. Por suerte están suficientemente bien repartidas como para no cansar o abrumar al espectador. Es más, concretamente la escena de Mónaco (la que habéis visto en los tráilers) está rodada con bastante habilidad y consigue poner un cierto punto de tensión, gracias en gran parte a la presencia de Mickey Rourke. Además este momento nos muestra a un Iron Man tremendamente vulnerable, al fin y al cabo no es un hombre con superpoderes sino simplemente un tipo rico con una armadura. De hecho en general toda la película nos presenta la faceta más débil y humana de Tony Stark, hasta llegar a la sorprendente escena de la fiesta donde se puede apreciar qué pasa cuando un hombre de capa caída tiene a su disposición un arsenal peligroso.
Si algo diferencia esta franquicia de las otras decenas de sagas superheroicas es el personaje protagonista. En la mayoría de las películas del género nos encontramos con héroes con problemas más o menos humanos, al margen de las aventuras con supervillanos, pero que al final siempre se comportan como héroes. Aquí sin embargo, aunque efectivamente Stark es un héroe en los momentos clave, durante gran parte del metraje aparece como un tipo bastante desagradable (o quizá encantadoramente desagradable). Aparte del guion el mérito está en la actuación de Robert Downey Junior. Mucha gente insiste en que no hace más que interpretarse a sí mismo, pero si es así que siga haciéndolo, porque le funciona. Tal como está escrito el actor encaja en el personaje como un guante. A diferencia de otras sagas como Batman o Spiderman donde los más interesantes son los villanos, el mayor valor de Iron Man 2, como en la primera, es el personaje titular.
Todo esto sin despreciar al resto, claro. En esto al menos si hay una ligera mejora con respecto a la primera. Mickey Rourke como ya comenté está sorprendentemente imponente como el villano Whiplash. Las nuevas adiciones de Scarlett Johansson y Don Cheadle cumplen su cometido y hasta Gwyneth Paltrow es menos irritante. Sam Rockwell, que sigue empeñado en convertirse en estrella y sigue sin ser reconocido por el gran público, hace un estupendo papel como el desagradable competidor de Tony Stark, Justin Hammer. Si queréis ver de qué más es capaz este actor no os perdáis la genial Moon.
No obstante no todo van a ser buenas noticias. El clímax vuelve a sufrir el mismo problema que en la primera película y se queda corto. Personalmente hubiera preferido ver menos persecución y más enfrentamiento cara a cara a la vieja usanza con el villano principal. En cambio en la pelea final éste es despachado rápidamente. Además la historia parece estar un tanto deshilachada, iniciando muchas ideas paralelas que nunca llegan a tener una conclusión satisfactoria. Tenemos la trama del gobierno contra Tony Stark, la de Hammer contra Stark, la de Vanko contra Stark, la de la enfermedad contra Stark, la de Rhodey convirtiéndose en War Machine,… Es decir, demasiadas cosas sucediendo a la vez, lo que reduce el tiempo que se puede dedicar a cada una, haciendo que la mayoría de ellas pierdan impacto emocional.
En general se puede decir que la primera película era más redonda que ésta, además de perderse aquí el factor sorpresa que tanto ayudó a aquella, pero sin superar a su antecesora es un entretenimiento bastante sólido, espectacular y con uno de los superhéroes con más miga del panorama actual.
Por cierto, después de los créditos hay una escena (que ya se ha filtrado por internet) que conecta directamente con la siguiente película Marvel. Además tenemos a Nick Fury en un papel más sustancial durante el filme, lo que va añadiendo continuidad a estas películas. Veremos si al final el todo es más que la suma de las partes.
2 comentarios:
La primera película de Iron Man no me gustó mucho, la vi sosa, predecicle, sin ninguna acción que me puediera sorprender.
Visto que has visto la segunda y hablas bien de ella, he de verla cuanto menos.
Pero no se, por lo que me has descrito no deja mucho de darme en la cabecilla que no me va a sorprender tanto. No se...
Hombre, ya se que es una peli de superheroes pero no se, el argumento se debería de haber currado un poquito mas.
Mola que comentes las pelis, así no me llevaré un palo cuando las vea jiji
Si la primera no te gustó casi seguro que ésta tampoco, porque va en la misma línea y en general está recibiendo peores críticas. Aunque por ejemplo a Holly la primera no le entusiasmó y ésta le ha gustado un poco más. En cualquier caso es tan predecible como la anterior.
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