lunes, 12 de julio de 2010

Crítica: Air Doll

Siento mucho haber estado un mes sin actualizar el blog, pero hasta cierto punto me lo han impedido mis nuevas obligaciones laborales, un esguince y un cólico. Sí, y también un poco el Halo 3, Fallout 3, Dragon Age, mi segundo visionado de Galáctica… Y el cine, por supuesto. Este fin de semana fui a ver con tres semanas de retraso, cierta ilusión y un punto de precaución Air Doll (空気人形), la última película de Koreeda Hirokazu, director que me encandiló con Nadie sabe y Still walking (podéis leer la crítica aquí). Lo de la ilusión es obvio leyendo mi opinión sobre sus anteriores películas. Lo de la precaución es porque el cambio de registro era, aparentemente, enorme y la historia se prestaba a dudas. La película trata sobre una muñeca hinchable (interpretada por la coreana Bae Doona, a quien pudimos ver hace unos años en The Host, película muy recomendable) que un buen día cobra vida y se lanza a pasear por las calles de la ciudad, interaccionando con la gente, encontrando un trabajo y reflexionando, pues ese es el tema fundamental de la película, sobre la soledad en el entorno urbano.

Aunque el tema se prestaba, claro, a una comedia amable, Koreeda opta por una vía completamente distinta. La película tiene sus momentos de humor, pero el tono general es francamente triste. La historia pretende ser una reflexión sobre como las personas se aíslan unas de otras a pesar de compartir infinitos espacios comunes. Sólo Nozomi, la muñeca, con su inocencia, parece tener la libertad suficiente para acercarse a los demás. Por suerte, esta no es la típica historia en la que el personaje ajeno, mágico e inocente, nos enseña el verdadero sentido de… algo que los demás hemos perdido. Más bien al contrario la soledad que rige nuestras vidas es lo que acaba atrapando a la pobre Nozomi. Y aunque este es un planteamiento agradablemente fresco, si bien bastante desesperanzador, por desgracia la película no termina de sacarle el jugo.

El principal problema de fondo es que resulta demasiado evidente que Koreeda no está intentando contar una historia, sino más bien darnos una charla, exponer una tesis de cómo los humanos nos encerramos en nosotros mismos (algo especialmente resonante en la sociedad japonesa) y acabamos relacionándonos más con los objetos que con las personas. Es especialmente significativa (y excesivamente explícita) la escena en la que Hideo, el dueño de la muñeca, descubre que ésta ha cobrado vida y le pide que por favor vuelva a ser muñeca, que él la prefiere así. Para dejarnos clara la moraleja Koreeda se sirve de unos personajes, que apenas llegan a serlo, gente que no tiene ninguna relevancia en la historia y de la que sólo vemos pequeñas viñetas en las que nos queda claro que están solos y sufren. Pero no sabemos nada más de ellos, no tienen ninguna historia, absolutamente nada. Especialmente sangrantes son las dos escenas de la chica bulímica a la que sólo vemos comer y vomitar. Al final la historia principal se queda corta y las historias secundarias no son historias en absoluto. El único personaje desarrollado es el de Nozomi, pero no es suficiente. Más cuando durante toda la película nos machaca con una voz en off (que no cuadra demasiado con la inocencia que muestra durante la historia) que nos explica, por si no nos quedara claro, lo solos que estamos y cuanto necesitamos a otra gente.

Otra pega importante es el exceso de suspensión de incredulidad que Koreeda nos pide. Se supone que la muñeca es translúcida incluso cuando está viva puesto que sigue siendo de plástico pero absolutamente nadie se da cuenta. Es más nadie se da cuenta de que su tacto es distinto. El dueño no se da cuenta de que se ha movido, ha comprado cosas que deja tiradas por la casa, y se ha maquillado las costuras para que no se vean (costuras que vuelven a aparecer mágicamente cuando la muñeca se desinfla) a pesar de que desde el principio ha quedado bien establecido que la cuida al detalle y la trata como si fuera un ser humano. Y así una y otra vez. Intenté con todas mis fuerzas obviarlo, tomarlo como licencia poética o simplemente tomarlo como una parte más de la irrealidad de la historia, pero los puntos de incoherencia saltaban demasiado de la pantalla y era imposible mirar hacia otro lado.

A pesar de todo la película, aunque ha sido criticada por su larga duración, a mí se me pasó en un suspiro, en parte por la habilidad de Koreeda y su a veces inspirado, aunque sobrio (o quizá porque sobrio), estilo.

Es una lástima que Koreeda, que nos fascinó con su sutileza en Still walking, haya optado aquí por poco menos que el brochazo filosófico/sociológico, a pesar de mantener su estilo tranquilo y sin aspavientos melodramáticos. No obstante seguiremos atentos a su obra.

miércoles, 9 de junio de 2010

Crítica: Kick-Ass



El pasado fin de semana se estrenó (con mes y medio de retraso frente a EEUU) Kick-Ass. Es posible que la película vaya a perderse en la cartelera como otra peli de superhéroes más, pero nada más lejos de la realidad. En todo caso Kick-Ass es un comentario sobre el género de superhéroes. Sin embargo en lugar de hacer una historia con superhéroes rompiendo el género y con comentario social (léase Watchmen) lo que tenemos aquí es una historia de superhéroes con tintes cómicos. Kick-Ass, basada en un cómic de Mark Millar y John Romita Jr., nos cuenta la historia de un superhéroe que tiene una diferencia fundamental con cualquier otro superhéroe que hemos visto hasta ahora. Dave no tiene superpoderes, ni gadgets tecnológicos, sus únicas armas son dos porras. Tampoco tiene ningún motivo psicológico profundo por el que se disponga a luchar contra el crimen. Simplemente Dave quiere ser un superhéroe. Y por supuesto su primer intento de enfrentarse a criminales acaba como el rosario de la aurora. Aquí radica el primer punto de interés de la trama, situándonos en un mundo más real que el habitual del género, aunque esta ilusión vaya desvaneciéndose un tanto a medida que la trama avanza.

Dicha trama va cumpliendo punto por punto casi todos los tópicos del género. Nos encontramos con temas sacados directamente de Spiderman (el padre millonario que resulta ser un supervillano, el geek de instituto que resulta ser un héroe) o Batman (el coche molón, el vigilante vengador vestido de negro). El director Matthew Vaughn ha sabido incluso ofrecer de forma sutil planos que automáticamente nos remiten a las pelis clásicas de superhéroes. Pero uno nunca siente que su inteligencia sea insultada. La película hace todo esto de forma autoconsciente, con tono irónico, irreverente, pero sin caer nunca en la autoparodia. El tono recuerda mucho al de Zombieland teniendo incluso la narración en off del protagonista adolescente.

Además el punto de vista que nos ofrecen es refrescantemente amoral. Lo que en EEUU ha causado polémica se presenta en realidad como uno de los valores más interesantes de la película. Sólo hay dos personajes que pueden considerarse por sus habilidades superhéroes en esta película, pero se dedican a asesinar violentamente a los “malos” y uno de dichos superhéroes (Hit Girl) es una niña de once años. Lo que es más, las escenas de acción de Hit Girl son las mejores y más divertidas de la película. Porque eso sí, la película es francamente divertida. Tiene humor (explícito e implícito) para dar y tomar, pero además tiene secuencias de acción muy entretenidas y con estupendas coreografías.

No todo puede ser bueno, claro, y aquí la historia de amor es posiblemente el punto más flojo. Como el resto de la película sigue muchos de los tópicos, pero en este caso no le da ningún giro. Quizá está hecho a propósito para hacer más hincapié en las normas de la película superheroica (o el género de acción en general), pero el resultado es que palidece frente al resto de lo que vemos y se antoja falsa.

Kick-Ass se presenta como una de las películas de superhéroes más interesantes de la temporada con unos personajes muy carismáticos, con una historia que se sale de lo corriente y, sobre todo, tremendamente divertida.

Un pequeño comentario para terminar. Puede parecer una tontería pero en la película me llamó la atención el uso corriente que se hace de las nuevas tecnologías. Kick-Ass utiliza internet constantemente y Red Mist (Bruma Roja) utiliza su iPhone como GPS. ¿Os habéis fijado en que en muchas películas la gente aun actúa como si vivieran en los años ochenta? Es una de las primeras veces en las que veo la tecnología actual completamente integrada en una película.

miércoles, 2 de junio de 2010

Guillermo del Toro deja 'El Hobbit'


Guillermo del Toro y Peter Jackson anunciaron el pasado domingo en la web theonering.net que el director mejicano finalmente no dirigirá las dos películas de El Hobbit. La producción de la cinta se ha encontrado con un retraso casi indefinido debido a los problemas de dinero de MGM quien posee parte de los derechos de la novela de Tolkien. Esta situación ha propiciado la salida de del Toro del proyecto puesto que no podía comprometerse a un periodo tan largo de tiempo mientras otros de sus proyectos permanecían parados. Ambos han asegurado que la producción sigue adelante y de hecho del Toro seguirá coescribiendo el guion con Jackson, Philippa Boyens y Fran Walsh.

Guillermo del Toro llevaba involucrado desde hace dos años en este proyecto y parecía una buena elección para la película de fantasía, si bien él mismo reconoció que no tenía mucho interés por la fantasía épica y la obra de Tolkien previamente. Es cierto además que del Toro tiene un estilo visual muy reconocible que podría chocar un tanto con el estilo ya establecido por Peter Jackson en El Señor de los Anillos. Claro que mucho peor suena la idea de un director menos establecido que siguiera únicamente la estela de la impronta dejada por el neozelandés. En cualquier caso ahora comienza de nuevo la caza y captura de un director para esta película épica, alguien que deberá salir de la larga sombra de dos personas que ya han obtenido el beneplácito del público. La especulación ha llenado ya los blogs y foros de la red.

Por mi parte sólo espero que la salida de este proyecto suponga la puesta en marcha de At the Mountains of Madness, basada en la obra homónima de H. P. Lovecraft, que Guillermo del Toro lleva años intentando realizar. Aunque antes de eso parece que está comprometido a varios proyectos con diversas productoras.

12º Festival de Cine Alemán de Madrid

Hoy ha dado comienzo el 12º Festival de Cine Alemán de Madrid con la proyección de Nanga Parbat, película basada en la historia real de la escalada de la montaña del mismo nombre por parte de los hermanos Messner en 1970. Esta película podrá verse de nuevo el viernes. Aparte de éste podrán disfrutarse otros once largometrajes. También habrá cortos, películas infantiles y una retrospectiva del director Joseph Vilsmaier, quien realizó Stalingrado en 1993.

Es una lástima que hayan perdido la tradición de proyectar una película de la fundamental etapa del cine mudo alemán con acompañamiento musical en directo (algunos teníamos la vana esperanza de ver el nuevo montaje de Metropolis), pero el festival sigue acercando el cine alemán al público español y nos ofrece en cualquier caso una digna sesión de clausura con el clásico El tambor de hojalata, película basada en la novela de Günter Grass y ganadora de la Palma de Oro de Cannes y del Oscar a la mejor película extranjera de 1979.

El festival dura hasta el sábado 5 de junio. Podéis encontrar toda la programación en la web oficial.

viernes, 28 de mayo de 2010

Mass Effect al cine

Esta semana se ha dado a conocer la noticia de que Legendary Pictures planea una película basada en el famoso videojuego Mass Effect. Como ya comenté en alguna entrada anterior los videojuegos son otra de mis múltiples aficiones y Mass Effect (y su secuela) es uno de los títulos que más me han enganchado en los últimos años, probablemente el que más desde Final Fantasy VII allá por 1998. A pesar de algunos problemas técnicos y de jugabilidad si algo destaca en el juego es su estupenda trama y su increíblemente detallada mitología de ciencia ficción. La historia se sitúa en un futuro en el que los humanos han conseguido viajar al espacio y han entrado en contacto con múltiples civilizaciones alienígenas. Hasta ahí nada nuevo, pero el nivel de detalle de las estructuras políticas, de los modos de vida de cada raza y de la Historia de la galaxia hacen del conjunto una mitología digna de las mejores sagas literarias. Y he aquí la baza que mejor se puede jugar en una adaptación cinematográfica.

El problema es el de siempre. Todo el mundo sabe que las adaptaciones de videojuegos a cine se sitúan habitualmente en un rango que va desde el ridículo más absoluto (Street Fighter) hasta la mediocridad somera (Resident Evil). Los cineastas parecen no encontrar el equilibrio entre contentar a los fans con referencias a los juegos (visuales o argumentales) y un guión que se sostenga por sí mismo. ¿Será esta nueva intentona una excepción? No, lo más probable es que no. Y, sin embargo, en este caso no puedo evitar pensar que un universo tan rico desaprovechado sería una oportunidad perdida. Ya comenté hablando sobreAvatar que se echa en falta en el mundo cinematográfico actual un mundo de fantasía o ciencia ficción nuevo, una mitología que nos permita sumergirnos en ella, rica, y con historias complejas que contar. Tengo que confesar que mi opinión de la peli de James Cameron ha perdido entusiasmo desde que la vi (aquí podéis ver la crítica original). Sí, me sigue gustando la invención de la ecología de Pandora, pero parece que hay poca más profundidad en ese mundo. El mundo de Mass Effect es no sólo un bello mundo de fantasía sino además un mundo con partes muy oscuras, con tramas de corrupción y asesinato, con sexo y violencia. Es un mundo de ciencia ficción adulto que podría ser agradable de ver en otros formatos. Pero eso supondría hacer una película que no simplificara los temas y se atreviera a rodar un argumento un tanto atrevido. Si no, no merece la pena que se haga. Por supuesto las probabilidades de que se haga con receta hollywoodiense simplona son muy altas, pero uno puede soñar…

miércoles, 26 de mayo de 2010

Palmarés Cannes 2010


El pasado domingo finalizó el festival de Cannes 2010. A pesar de múltiples dudas el ganador de la Palma de Oro fue uno de los favoritos desde el principio: Apichatpong Weerasethakul por Uncle Boonmee who can recall his past lives (LOONG BOONMEE RALEUK CHAT). El director tailandés, que lleva ya algunos años siendo el ojito derecho de una parte de la crítica internacional, ha firmado aquí la que algunos dicen es su película más accesible. Tampoco faltan los que la han calificado de soporífera, cosa que, tratándose de Joe (mote que recibe para simplificar su imposible nombre) no es ninguna sorpresa. Aun así tengo suficiente curiosidad por su estilo (habiendo visto sólo una película suya) como para querer verla cuando se estrene en España (doy por hecho que después de recibir la Palma de Oro tendrá distribuidora en nuestro país).

Por otro lado, como habréis visto en las noticias, Javier Bardem se ha llevado ex-aequo con Elio Germano el premio a la mejor interpretación masculina por, respectivamente, Biutiful (Alejandro González Iñárritu) y La Nostra Vita (Daniele Luchetti).

El premio a la mejor interpretación femenina ha sido para Juliette Binoche, que además era la imagen del cartel del festival este año. Durante su agradecimiento tuvo unas palabras de apoyo para Jafar Panahi, el director de cine iraní encarcelado en su país por sus películas. Por cierto ayer el director fue liberado tras una semana de huelga de hambre y pagando una fianza de 200.000 dólares.

Podéis ver el palmarés completo en la página oficial.

martes, 25 de mayo de 2010

Lost: The End


[Sé que esto corresponde a una serie de televisión, que no es técnicamente cine, pero si Cahiers du cinéma puede dedicarle una portada creo que yo también puedo hacer una excepción]

Ayer, como todo el mundo sabe ya, se emitió el último capítulo de Lost (Perdidos en español) la serie que, utilizando un cliché, ha marcado un antes y un después en la televisión. Quizá no en términos de calidad, porque en eso se le adelantó Los Soprano, pero sí en términos de seguimiento, número de fans y, sobre todo, en modo de ver televisión. Lost está considerada (lógicamente sin cifras oficiales) como la serie más descargada de la historia de la televisión y los creadores se han aprovechado muy bien del fenómeno de la serie en la red. Este fenómeno fan ha llegado tan lejos que por primera vez en la historia el último capítulo de la serie se ha emitido a la vez que en EEUU (costa oeste) en varios países, entre ellos España. Por desgracia la emisión por parte de Cuatro dejó bastante que desear. Faltó por emitir una escena de seis minutos y hubo algún que otro atasco en la imagen, ambas cosas que podrían ser achacadas a la señal recibida del otro lado del charco. Lo que sí que sabemos a ciencia cierta que dependía de Cuatro fueron los subtítulos, que en algún momento desaparecían y durante unos minutos se desincronizaron con la imagen. Quizá podamos perdonarles porque sólo tenían media hora para ponerlos, pero sigue dando una impresión bastante mala.

Pero dejémonos de prolegómenos y vamos con el capítulo en sí. Advierto de antemano que habrá algún spoiler para los que no han visto la serie entera, aunque procuraré no soltar ninguno del último episodio. El capítulo de hoy ha dividido a los fans. ¿Alguien creía que no fuera a ser así? Tras seis años y expectativas estratosféricas era imposible contentar a todo el mundo. Por supuesto la gente que no ha quedado contenta con el final son en su mayoría aquellos que se quejaban en cada episodio de que no daban respuestas. Como nunca fui uno de ellos y me dedicaba a disfrutar de una buena historia bien contada para mí el capítulo cumple con creces lo que esperaba de él. Concluye la historia y da cierre a los personajes, que fueron sin duda uno de los mayores alicientes de la serie durante estos seis años (por cierto la escena “perdida” nos da una pista sobre el futuro de uno de los personajes que parecía no recibir resolución en la emisión de Cuatro). No, no ha resuelto todos los misterios, pero tampoco era esperable o razonable que lo hiciera. Durante la última temporada se han resuelto las dudas principales y para mí eso es suficiente, no es necesario explicar cada detalle. No obstante sí que da la sensación de que tenían razón aquellos que decían que “se lo inventaban sobre la marcha”. Algunas cosas han encajado muy bien, pero otras no tanto. Pero, ¿de verdad importa tanto? Cuenta la leyenda que así se escribió el guion de Casablanca.

Pero antes de que penséis que me ciega mi amor incondicional (aunque mucho de eso hay) he de haceros saber que la quinta temporada, aunque fue bastante redonda porque los guionistas sabían por fin en qué dirección iban, no me emocionó tanto como las tres primeras. Acostumbrados y anestesiados ya contra el cliffhanger, las sorpresas ya no impactaban, las casualidades imposibles eran esperables y hasta las muertes de personajes principales nos dejaban un poco fríos. La sexta temporada empezó por los mismos derroteros y yo, aunque excitado por el final, sentía que no iba a tener la emoción que debía tratándose, al fin y al cabo, de mi serie favorita. Sin embargo en la segunda mitad de temporada sucedió lo imposible y Lost volvió a sorprenderme, volví a emocionarme con los episodios (magníficos Ab Aeterno y Happily ever after) y a acabar con la boca abierta.

En esta última temporada hemos tenido como en anteriores dos líneas argumentales, sólo que donde antes teníamos flashbacks o flashforwards, aquí tenemos una realidad alternativa (que se han dado en llamar, siguiendo la tradición, flash-sideways). La trama de la isla ha sido probablemente la más sólida, con una resolución bastante épica, incluyendo una imagen final que cierra muy elegantemente la serie. En este capítulo los cabos sueltos (de la historia, no de los misterios) se atan de forma redonda e incluso sorprendente. Por otro lado la trama fuera de la isla es la que se cierra de forma más polémica. Lindelof y Cuse, los creadores, se han guardado un pequeño giro final que nos da un acercamiento más espiritual. Recuerda un tanto en el tono al final de Battlestar Galactica (otra magnífica serie que recomiendo a todo el que no la haya visto) aunque por suerte aquí no tenemos Deus ex machina y resulta bastante más satisfactorio que aquel. Éste es otro de los puntos que han generado división entre los fans. Se trata de un final bastante abierto a interpretación aunque personalmente creo que algunas interpretaciones muy extendidas (POSIBLE SPOILER resaltar para leer la de “todos están muertos en la isla” FIN POSIBLE SPOILER) son rechazadas de forma bastante explícita en el propio capítulo y se deben más a un malentendido con la escena de la iglesia que a otra cosa. El único problema de este final es que uno puede tener la sensación de que la historia paralela tampoco ha servido para mucho en la trama general de la serie. Aun así nos ofrece varios reencuentros muy emocionantes. En el fondo es una excusa para poder reunir a todos los miembros del reparto y tener una escena final de grupo para despedir la serie. Pero nos la han servido tan bien.

En definitiva ha sido un final más que digno para una serie que ha supuesto con sinceridad un hito y que nos ha marcado emocionalmente a muchos fans. Más de uno y de dos hemos acabado con lágrimas en los ojos. La echaremos de menos.

See you in another life, brother.


EDIT: En los comentarios (si los hubiere) se admiten spoilers, advertidos estáis.